Salmos (Sal) Capítulo 128
La bendición del hogar.—Frente a los inquietos e impacientes, el creyente procura ver lo bueno de la vida y del mundo. Reconoce las bendiciones de Dios sobre su hogar y sobre la comunidad cristiana. La familia numerosa es una bendición de Dios para aquellos que la han escogido y asumido.
1 Felices los que temen al Señor
y siguen sus caminos.
2 Comerás del trabajo de tus manos,
esto será tu fortuna y tu dicha.
3 Tu esposa será como vid fecunda
en medio de tu casa,
tus hijos serán como olivos nuevos
alrededor de tu mesa.
4 Así será bendito
el hombre que teme al Señor.
5 ¡Que el Señor te bendiga desde Sión:
puedas ver la dicha de Jerusalén
durante todos los días de tu vida!
¡Que veas a los hijos de tus hijos
y en Israel, la paz!